En las empresas familiares, la propiedad, el control y la familia se encuentran superpuestos. El gran desafìo consiste en su separaciòn para lograr el desarrollo de la misma.
Todo empresario que pretenda que su empresa familiar trascienda en el tiempo, debe establecer sus propias reglas de juego con las que funcionarà su negocio. En esto no vale copiarse, ya que una estrategia en una organización puede resultar desastrosa en otra.
Es por ello que las Pautas de Convivencia son esenciales ya que favorecen el desarrollo de la empresa y preservan las relaciones familiares. La experiencia nos muestra algunos consejos al respecto:
- No personalizar la empresa: delegar y concentrar la información en un sistema informàtico accesible y disponible a todos los miembros que la utilicen.
- No ser desmedidos en las remuneraciones de los hijos; no hace falta que comiencen de cadete pero tampoco con sueldos de gerentes.
- No limitar el ingreso a la empresa sòlo a los familiares, sino favorecer sòlo aquellos que cuenten con las competencias convenientes para la organización
- No negar los problemas a resolver; buscar asesoramiento en terceros si es beneficioso para la empresa.
- Planificar teniendo en cuenta la visiòn del fundador, pero sin ataduras a la misma, permitiendo una actualizaciòn de acuerdo a la realidad
- No adjudicar el èxito de la empresa a una sola persona, sino compartirlo con empleados, directivos y tambièn con otros miembros familiares que participen.
- Que las generaciones ingresantes sean respetuosas con las que se estàn retirando, sino èstas pueden sentirse injustamente desplazadas.
- Capitalizar la experiencia de las generaciones anteriores, quizàs no tan capacitadas formalmente como las actuales, pero no por ello menos útil para el negocio.
- Contar con profesionales de confianza y con el conocimiento necesario para apoyar la gestión de la empresa.
- Privilegiar la comunicación entre todos los integrantes de la empresa familiar, sin cerrar el diàlogo y saber que existen momentos para hablar y otros para mantenerse callados.
Existe un proceso personal y familiar indelegable, que si bien no puede identificarse como pauta, se distingue como indispensable: aprender a separar la familia de la empresa en el dìa a dìa.
Si su empresa familiar se siente identificada con alguna de estas situaciones, con mucho gusto y, sin compromiso alguno, nos ofrecemos a ayudarlo a resolverlas a partir de nuestra experiencia en el tema.